jueves, 17 de marzo de 2011

¡¡¡¡¡CRÓNICA DE UNA LOCURA ESTRENADA!!!!!

Llegó el estreno, llegó el día 2 de marzo de 2011.
Después de ensayos, de tensiones, de muchas cosas por hacer, de pintar, soldar, coser, clavar, dibujar, grabar… También después de risas, muchas risas, carcajadas sinceras, bromas, parodias, errores divertidos, muchas horas en la universidad…
Después de largas búsquedas de conserjes, de personal de mantenimiento, de pedir una y mil veces todas las llaves, después de saquear sin ninguna consideración toda la universidad, tanto percheros como sofás, cuadros del rey, mesas, banderas…
Sí. Llegó. Pasó… Y fue bien, realmente bien.

El día anterior último ensayo general. La suerte estaba echada. Eso sí, después a la cafetería, a compartir juntos merienda.
Llegó el día D. A escondidas se prepararon flores para ellas, y un detalle simpático para el “dire” Germán. Por la mañana se recogió el salón de actos, todos los trastos que habíamos acumulado en los ensayos. Se reservaron butacas, se repartieron dípticos, se dejó todo preparado. Por la tarde habíamos quedado dos horas antes allí. Pero casi nadie pudo esperar. Ángela afirmó subirse por las paredes en casa, y bien pronto llegó a la universidad. Antonio y Dani aparecieron sobre las cinco, y cayó nada más llegar una manzanilla con anís (para los nervios). Llegó Aitana, Ángel, y poco a poco los demás fueron apareciendo. Merendamos con la plantilla de la limpieza. Terminamos de poner carteles, preparamos la grabación desde la cabina de proyección…
A las siete invadimos los baños para cambiarnos y proceder al maquillaje con Amalia.
En medio de esto y con expresión musical de por medio, cuando el reloj marcaba las siete y cuarto, Antonio descubrió que se había quedado encerrado en el baño: se había roto el cerrojo. Al punto comenzaron las carcajadas. Se avisó rápidamente a conserjería; había que sacarlo, que no estrenábamos. Entre tanto Antonio gritaba perlas variadas: “¡Sacadme de aquí, sacadme de aquí! ¡Que me consumo! ¡Juanito, ayúdame a saltar el muro! Cariño, ¿dónde estás? ¡Socorro!” La llegada de José, el conserje, culminó la escena: subido a una escalera le dedicó al prisionero un sentido “Oh, Julieta, Julieta”, entre el estruendo de carcajadas de todos. Y llegó María corriendo, a medio maquillar, y gritando: “¡Que no me caso, que no me caso!”
Al fin, con la presencia del director incluida, llegó la liberación, y el recién liberado corrió a beber agua y fumar un cigarro para mitigar la tensión y el agobio acumulados.
Tras el episodio rey de la tarde, terminamos de vestirnos y maquillarnos. Ya había gente esperando.
A falta de quince minutos para las ocho el salón de actos abrió sus puertas y no tardó mucho en verse lleno de familiares, amigos y simpatizantes.
Con moderada puntualidad comenzó la obra.
A mitad de la primera escena los cuatro protagonistas ya se habían ganado al público, que, entre desparpajo, madres vigilantes e insinuaciones poco o mal recibidas entre los personajes, no tardó en reír a carcajadas.
En el primer discurso, la primera “r” se recibió con un silencio indeciso, la segunda provocó algunas risas, y a partir de ahí no hubo marcha atrás.
Las monjas cumplieron, las internas alborotaron, el subinspector especuló sobre nombres y marcianos… Y cuando parecía que el jaleo era considerable, llegó el lío de la leñera. Y se bailó “Pulp fiction” y “Nueve semanas y media”. Aparecieron espías, pistolas, microfilms… Previamente, gloriosa caída de pantalones.
También hubo tensión, y hasta pánico momentáneo, pues al atrezzo le dio por meterse también en su papel, y, como en escena, se extravió un par de veces fuera de ella. Afortunadamente todo salió bien, y se demostró que la dedicación y entrega de los actores es incuestionable… Si hace falta atrezzo, hace falta, y se saca de donde sea.
Terminamos, y nos aplaudieron generosamente. Saludamos, y entregamos flores y regalo. Recibimos felicitaciones. Y luego cenamos juntos, claro. Risas, recuerdos, comentarios, bromas… Hasta planes de futuro, y futuro bastante próximo.
Ahora, el espectáculo debe continuar.
Fuera de quicio, señoras y señores, y a mucha honra.

1 comentario:

  1. Locos! Gente! :) Qué bien fue, no? jeje... no me esperaba otra cosa, vaya. Espero que mañana lo deis todo de nuevo, estoy deseando veros en acción, a la vuelta. Un abrazo... y mucha mierda.

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